domingo, 30 de agosto de 2009

La sonda Stardust «cazó» un aminoácido considerado esencial para la vida

La sonda Stardust, en su encuentro con el cometa Wild 2 en 2004, capturó entre muchas partículas, sobre todo minerales, glicina, uno de los aminoácidos que utilizan los seres vivos para formar proteínas, siendo la primera vez que se detecta un aminoácido en un cometa.

Para la investigadora Jamie Elsila de la NASA, “este descubrimiento respalda la teoría de que algunos de los ingredientes necesarios para la vida se formaron en el espacio, y llegaron a la Tierra hace mucho tiempo por los impactos de meteoritos y cometas.”

Las proteinas están compuestas por cadenas de aminoácidos y son los componentes principales de las células animales y vegetales. Son proteínas las enzimas, la mayoría de las hormonas, los anticuerpos y participan también en los cromosomas, y en muchas otras materias vivas que forman los seres vivos, desde la hemoglobina al pelo o la piel.

Captura de partículas de un cometa, las cuales han atravesado primero la lámina de aluminio (parte inferior de la imagen, perforado por el impacto) y han quedado atrapadas en el aerogel situado tras éste. El aerogel o “humo sólido” es un compuesto formado por aire en un 99 por ciento. Imagen: NASA

Aunque la presencia de glicina ya se había detectado en las láminas de aluminio y en el aerogel –utilizados para capturar las partículas cuando la sonda pasó a traves de la estela de gas y polvo del cometa– en los análisis preliminares, hasta ahora cabía la duda de que éstas tuviesen origen terrestre, atrapadas durante la fabricación y manipulación de la propia sonda. Recientes análisis descartan esta posibilidad.

Las muestras fueron traídas a la Tierra en enero de 2006, cuando la sonda Stardust regresó a casa, después de un viaje de siete años.

Júpiter, el rey del verano

Y ahora que estamos terminando el verano probablemente, en todo este tiempo, os habréis fijado en una gran estrella que es visible desde que cae la noche. Se trata de una de las estrellas más brillantes del cielo madrileño, y no es nada menos que Júpiter.


Facilmente reconocible a simple vista por su maginitud -2.6 y muy agradable su observación por el telesciopio, pues con un telescopio corriente se puede distinguir perfectamente el planeta y sus satélites, llamados Astros Mediceos o más vulgarmente como Satélites Galileanos. Estos cuatro satélites (Ío, Europa, Ganímedes y Calisto) fueron descubiertos, como su nombre indica, por Galileo Galilei con un telescopio de apenas 20 aumentos y con una calidad óptica bastante mediocre. Es muy interesante analizar el movimiento de los satélites alrededor de Júpiter a lo largo de varios días.

Ahora hablemos un poco más del planeta en sí. Como último dato observacional os diré que con un telescopio normalillo se pueden llegar a apreciar algunos detalles de la atmósfera de Júpiter.

Como sabréis, Júpiter es un gigante gaseoso. Su diámetro es unas 10 veces menor al del Sol y su masa unas mil veces menos, manteniendose su densidad similar. Actualmente conocemos a Júpiter como un gran planeta, pero esto podría no haber sido así si Júpiter hubiese tenido un poco más de masa. De haber ocurrido esto, probablemente Júpiter habría podido dar comienzo a una serie de reacciones nucleares que habrían dado paso a la fusión convertido a Júpiter en una estrella. ¿Y que pasaría si esto hubiese ocurrido? Se manejan dos opciones. Una, en la que la vida en nuestro planeta no habría sido posible, y otra, en la que disfrutaríamos de un sistema doble de soles.


Júpiter posee un gran campo magnético por lo que se ha llegado a pensar que su nucleo está formado por grandes cantitades de silicatos férreos, y todo ese núcleo lo podemos encontrar rodeado de una capa de hidrógeno metálico líquido y helio. Debido a su gran tamaño y a su fortísimo campo magnético, Júpiter atrapa una gran cantidad de cometas rivalizando con el Sol.

Conocido un poco más este planeta os animo a alzar un día la mirada al cielo y localizar este gigante gaseoso situado al sur-este de Madrid.

viernes, 28 de agosto de 2009

Serven suzuki, la niña que silencio al mundo.

Servern Suzuki, canadiense. Con nueve años fundó la Organización Infantil del Medio Ambiente (Environmental Children’s Organization - ECO). Con doce años, Serven recaudó dinero con los miembros de la ECO para asistir a la Cumbre de Medio Ambiente y Desarrollo (The Earth Summit), celebrada por la ONU en Río de Janeiro.

Hoy tiene 28 años, es licenciada en Biología evolutiva y Ecología por la Universidad de Yale. Entre sus proyectos más actuales destaca el ayudar a crear el ‘Skyfish Project’ y su participación en la comisión asesora especial de Kofi Annan para cuestiones de medio ambiente. Pero por lo que realmente pasará a la historia Servern Suzuki es por aquel discurso, de aquella niña que fue en 1992, ante los máximos mandatarios de la ONU. Juzgua tu mismo sus palabras:



Somos un grupo de niños de 12 y 13 años de Canadá intentando lograr un cambio: Vanessa Suttie, Morgan Geisler, Michelle Quigg y yo. Recaudamos nosotros mismos el dinero para venir aquí, a cinco mil millas, para decirles a ustedes, adultos, que deben cambiar su forma de actuar. Al venir aquí hoy, no tengo una agenda secreta. Lucho por mi futuro.

Perder mi futuro no es como perder unas elecciones o unos puntos en el mercado de valores. Estoy aquí para hablar en nombre de todas las generaciones por venir. Estoy aquí para hablar en defensa de los niños hambrientos del mundo cuyos lloros siguen sin oírse. Estoy aquí para hablar por los incontables animales que mueren en este planeta porque no les queda ningún lugar adonde ir. No podemos soportar no ser oídos.


Tengo miedo de tomar el sol debido a los agujeros en la capa de ozono. Tengo miedo de respirar el aire porque no sé qué sustancias químicas hay en él. Solía ir a pescar en Vancouver, mi hogar, con mi padre, hasta que hace unos años encontramos un pez con cáncer. Y ahora oímos que los animales y las plantas se extinguen cada día, y desaparecen para siempre.

Durante mi vida, he soñado con ver las grandes manadas de animales salvajes y las junglas y bosques repletos de pájaros y mariposas, pero ahora me pregunto si existirán siquiera para que mis hijos los vean.

¿Tuvieron que preguntarse ustedes estas cosas cuando tenían mi edad?

Todo esto ocurre ante nuestros ojos, y seguimos actuando como si tuviéramos todo el tiempo que quisiéramos y todas las soluciones. Soy sólo una niña y no tengo soluciones, pero quiero que se den cuenta: ustedes tampoco las tienen.

No saben cómo arreglar los agujeros en nuestra capa de ozono. No saben cómo devolver los salmones a aguas no contaminadas. No saben cómo resucitar un animal extinto. Y no pueden recuperar los bosques que antes crecían donde ahora hay desiertos.

Si no saben cómo arreglarlo, por favor, dejen de estropearlo.

Aquí, ustedes son seguramente delegados de gobiernos, gente de negocios, organizadores, reporteros o políticos, pero en realidad son madres y padres, hermanas y hermanos, tías y tíos, y todos ustedes son hijos.

Aún soy sólo una niña, y sé que todos somos parte de una familia formada por cinco mil millones de miembros, treinta millones de especies, y todos compartimos el mismo aire, agua y tierra. Las fronteras y los gobiernos nunca cambiarán eso.

Aún soy sólo una niña, y sé que todos estamos juntos en esto, y debemos actuar como un único mundo tras un único objetivo.

Estoy enfadada, pero no estoy ciega; tengo miedo, pero no me asusta decirle al mundo cómo me siento.

En mi país derrochamos tanto… Compramos y desechamos, compramos y desechamos, y aún así, los países del Norte no comparten con los necesitados. Incluso teniendo más que suficiente, tenemos miedo de perder nuestras riquezas si las compartimos.

En Canadá vivimos una vida privilegiada, plena de comida, agua y protección. Tenemos relojes, bicicletas, ordenadores y televisión.

Hace dos días, aquí en Brasil, nos sorprendimos cuando pasamos algún tiempo con unos niños que viven en la calle. Y uno de ellos nos dijo: “Desearía ser rico, y si lo fuera, daría a todos los niños de la calle comida, ropa, medicinas, un hogar, amor y afecto”.

Si un niño de la calle que no tiene nada está deseoso de compartir, ¿por qué nosotros, que lo tenemos todo, somos tan codiciosos?

No puedo dejar de pensar que esos niños tienen mi edad, que el lugar donde naces marca una diferencia tremenda. Yo podría ser uno de esos niños que viven en las favelas de Río; podría ser un niño muriéndose de hambre en Somalia; un niño víctima de la guerra en Oriente Medio, o un mendigo en la India.

Aún soy sólo una niña, y sé que si todo el dinero que se gasta en guerras se utilizara para acabar con la pobreza y buscar soluciones medioambientales, la Tierra sería un lugar maravilloso.

En la escuela, incluso en el jardín de infancia, nos enseñan a comportarnos en el mundo. Ustedes nos enseñan a no pelear con otros, a arreglar las cosas, a respetarnos, a enmendar nuestras acciones, a no herir a otras criaturas, a compartir y a no ser codiciosos.

Entonces, ¿por qué fuera de casa se dedican a hacer las cosas que nos dicen que no hagamos?

No olviden por qué asisten a estas conferencias: lo hacen porque nosotros somos sus hijos. Están decidiendo el tipo de mundo en el que creceremos. Los padres deberían poder confortar a sus hijos diciendo: “todo va a salir bien”, “esto no es el fin del mundo” y “lo estamos haciendo lo mejor que podemos”.

Pero no creo que puedan decirnos eso nunca más. ¿Estamos siquiera en su lista de prioridades? Mi padre siempre dice: “Eres lo que haces, no lo que dices”.

Bueno, lo que ustedes hacen me hace llorar por las noches. Ustedes, adultos, dicen que nos quieren. Los desafío: por favor, hagan que sus acciones reflejen sus palabras. Gracias.

jueves, 27 de agosto de 2009

Un telescopio de la NASA capta la primera imagen del nacimiento de una estrella "bebé"

La instantánea tomada por el 'Spitzer' podría arrojar luz sobre la formación de los planetas




El telescopio espacial Spitzer de la NASA ha captado la primera imagen de una estrella embriónica en pleno nacimiento, justo en el momento en que comienza a contraerse y expandirse y a expulsar chorros de gases al espacio. La imagen, tomada con una cámara infrarroja, podría arrojar luz sobre la formación de los planetas, asegura en su página web el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL).

"Es la primera vez que hemos visto claramente el conjunto de gases de forma aplastada alrededor de una estrella en formación", asegura en el portal del JPL Leslie Looney, investigador de la Universidad de Illinois, autor principal de un estudio sobre la estrella fotografiada, que hoy publica la revista Astrophysical Journal Letters. Según este astrónomo, es la primera evidencia de que los gases se aplanan al colapsar dentro de las estrellas y alrededor de los discos de formación de los planetas.

La L1157, que es como se denomina la estrella fotografiada, está localizada a unos 800 años luz, en la constelación Cepheus. Tiene unos 10.000 años de vida, y de acuerdo con las estimaciones de los astrónomos, se convertirá en una estrella formada completamente, con una masa cercana a la del Sol, dentro de un millón de años. El aspecto de esta estrella en la imagen ofrecida por el Spitzer es muy parecido, según los investigadores, al que podría haber tenido el sistema solar en los primeros momentos de su formación.

-Un acontecimiento difícil de captar

Las estrellas se forman a partir de gruesas nubes o envoltorios de gases y polvo que se condensan y colapsan dentro de ella. Al tiempo que una estrella crece y se alimenta de materia externa a su envoltorio, comienza a girar cada vez más rápido. Entonces, un disco de materia que servirá para formar un planeta comienza a formarse alrededor de la órbita de la estrella, y mediante chorros de gas, se mantiene la presión acumulada dentro de la estrella. Finalmente, el envoltorio originario se mezcla con el disco giratorio y la expulsión de gases se frena hasta detenerse.

La imagen del telescopio muestra los chorros propulsados en la L1157, que son enormes, ya que la luz tardaría cerca de nueve meses en viajar la distancia de cualquiera de ellos. Las partes más blancas se corresponden con las zonas más calientes de los chorros, con temperaturas de 100ºC, mientras que el color naranja indica regiones que apenas alcanzan los 0ºC.

Normalmente, este acontecimiento ocurre en lugares oscuros del Universo, donde el polvo dificulta la visibilidad, pero el calor que genera el nacimiento de una estrella ha permitido su detección por parte de las cámaras de rayos infrarrojos del Spitzer.

"Captar fotografías de estrellas bebés no es algo fácil, pero ahora que tenemos una nos podemos plantear preguntas sobre si este sistema estelar y sus futuros planetas serán similares a los nuestros", asegura Looney.

15.000 millones de años en doce meses


El Calendario Cósmico –también conocido como El Universo en un Año y popularizado por Carl Sagan– escala los casi 15.000 millones de años que se acepta han transcurrido desde el Big Bang en un calendario convencional de doce meses, comenzando desde el 1 de enero (momento en que tuvo lugar el inicio del Universo) y llegando hasta los últimos instantes del 31 de diciembre, que es donde nos encontraríamos ahora.

Irónicamente, la extinción masiva del Cretácico-Terciario (adiós, T-Rex) habría tenido lugar en el momento equivalente al 28 de diciembre.

Los primeros hombres no aparecen hasta pasado el mediodía de ese 31 de diciembre.

martes, 25 de agosto de 2009

400 años del telescopio de galileo


Auque la invención del telescopio se atribuye generalmente a Hans Lippershey en 1608, o al menos el registro de la primera solicitud de patente para su fabricación, sería Galileo, quien construyó su primer telescopio en 1609, uno de los primeros en demostrar su enorme utilidad en el campo de la astonomía, realizando con el numerosos descubrimientos, entre ellos:

Ío, Europa, Calisto, y Ganímedes, las cuatro mayores lunas de Júpiter, en observaciones realizadas entre el 7 y el 13 de enero de 1610, algo que chocaba frontalmente con la astronomía aristotélica, que decía que todos los cuerpos celestes giraban alrededor de la Tierra. Sus observaciones de estos satélites durante varios meses le permitieron además obtener unas estimaciones muy precisas de sus periodos ya a mediados de 1611.
Las fases de Venus, algo que chocaba frontalmente con el sistema geocéntrico de Ptolomeo, pues en él no había forma de explicar estas variaciones, y que ayudó enormemente a la transición a un modelo heliocéntrico que sí podía explicar la existencia de estas fases.
Los anillos de Saturno, aunque creyó que eran sendas lunas a ambos lados del planeta, pues sus telescopios no tenían la suficiente capacidad de aumento como para distinguir los anillos como tales.
La existencia de cráteres y montañas en la superficie de la Luna, lo que dedujo de los patrones de luz y sombra que veía en la superficie de esta, algo que de nuevo entraba en conflicto con el modelo aristotélico, que preveía que la Luna era una esfera perfecta.
Que la Vía Láctea estaba compuesta de numerosas estrellas.
Neptuno, aunque no se dio cuenta de ello y en sus cuadernos de notas aparece como una estrella más.

También fue uno de los primeros en observar manchas solares, lo que, una vez más, entraba en conflicto con la concepción aristotélica de un universo perfecto.

Hoy se cumplen precisamente 400 años desde el día en que Galileo realizó su primera demostración del telescopio a las autoridades de Veneca.

Este aniversario es el motivo de que este año se celebre Año Internacional de la Astronomía 2009.