sábado, 24 de octubre de 2009

Confirmada la existencia de un planeta extrasolar rocoso


Aunque el número de exoplanetas no para de crecer y crecer la inmensa mayoría de ellos son gigantes gaseosos del estilo de Júpiter y Saturno o incluso mucho más grandes que estos.

Pero a principios de este año el equipo del observatorio espacial europeo CoRoT anunció el desubrimiento de CoRoT-7b, un exoplaneta al que ya entonces se le calculó un tamaño aproximadamente un 80% mayor que el de la Tierra y que era candidato a ser parecido a esta en cuanto a sus características físicas, aunque esto estaba sin confirmar.

Ahora, según se puede leer en Primera Evidencia Sólida de un Exoplaneta Rocoso, nuevas mediciones realizadas desde el Observatorio Europeo del Sur con el Buscador de Planetas por Velocidad Radial de Alta Precisión han confirmado que su masa es de unas cinco veces la de la Tierra, lo que junto con el dato de su tamaño ha permitido calcular que su densidad es similar a la de esta, lo que permite a los científicos afirmar que es el exoplaneta más parecido a la Tierra que hemos encontrado hasta el momento y el primero que se confirma de naturaleza rocosa…

Aunque claro, aquí «parecido» se refiere a un planeta que está 23 veces más cerca de su estrella de lo que lo está Mercurio de el Sol, con lo que con toda probabilidad estará acoplado a esta, de tal forma que una de sus caras apuntará siempre hacia ella mientras que la otra permanecerá a oscuras, con lo que mientras que en una la temperatura de la superficie estará por encima de los 1.000 grados celsius en la otra la temperatura estará muchos grados bajo cero.

En cualquier caso, esto es un indicio claro de que los planetas rocosos no son raros -apenas hemos empezado a buscar y ya tenemos uno confirmado- y además los datos obtenidos sobre CoRoT-7b pueden ayudar a encauzar la búsqueda de más planetas del estilo.

sábado, 10 de octubre de 2009

El telescopio espacial Spitzer descubre un nuevo y enorme anillo de Saturno


Desde hace tiempo los astrónomos sospechaban que el que Jápeto tenga una mitad clara y otra oscura tiene que ver con material que se desprende de Febe, otra luna de Saturno que gira en el sentido contrario a la primera, material que se habría estampado contra Jápeto durante millones de años haciendo que una de sus mitades se vea más oscura, un poco como los insectos que chocan contra el parabrisas de un coche.

Para intentar comprobar esto en el pasado mes de mayo apuntaron el telescopio espacial Spitzer a esa zona del espacio y en efecto descubrieron que había polvo flotando en el espacio, pero mucho más del que se esperaban.

De hecho lo que descubrieron fue un nuevo anillo de Saturno de tamaño considerable que empieza a unos seis millones de kilómetros de este y que se extiende por otros 12 millones de kilómetros, con un grosor nada desdeñable de unos 2,5 millones de kilómetros. Harían falta unos mil millones de Tierras para rellenarlo: NASA Space Telescope Discovers Largest Ring Around Saturn.

Si lo pudiéramos ver, tendría el ancho de dos Lunas, una a cada lado de Saturno.

Si este anillo, a pesar de su tamaño, no ha sido detectado antes es porque las partículas que lo componen se hallan muy dispersas -según los científicos que lo han descubierto podrías estar en medio del anillo sin darte cuenta de ello- y porque apenas reflejan la luz visible, aunque en el infrarrojo el Spitzer no ha tenido problemas para verlo dada su temperatura de unos 80 kelvin (unos 193 grados centígrados bajo cero).